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    lunes, 12 de octubre de 2009

    El secreto del castillo de coral

    Soy un enganchao a la radio, lo reconozco, soy un adicto a las ondas radiofónicas y aun más a un programa que ponen a unas horas insanas, a la una de la noche los fines de semana. Este programa es la Rosa de los Vientos, de ese maestro llamado Juan Antonio Cebrian y ahora dirigido por Bruno Cardeñosa. Hace unas semanas me llamó la atención la historia del Castillo de Coral, curiosa donde las haya. Edward Leedskalnin (1887 - 1951), protagonista de la historia que os contaré, nació y vivió en Riga hasta la edad de 26 años. A esa edad, Edward emigra a los Estados Unidos a consecuencia de la desilusión que se llevó al ser abandonado por su novia, Agnes, de dieciséis años (la edad ya vereis porque la remarco), la víspera de su boda. Una vez que llega a Estados Unidos, decide vivir en Florida. Allí construye un castillo, con la intención de que algún día Agnes, a la que llamaba Dulces Dieciséis, se trasladara allí, para vivir con él. Este castillo que construyó para su amada, le llevó 28 años, empleando únicamente para su instrucción, herramientas que creaba el mismo. Lo curioso de la historia, dejando a parte las ñoñerías anteriores, es como Edward pudo mover piedras de 30 toneladas, ya que para mover las "piedrecillas" necesitaría grúas considerables. Lo único que decía es que había vencido las leyes naturales del peso y el equilibrio (gravedad) y que la técnica que utilizaba para la creación de dicho castillo, era similar a las técnicas empleadas en la construcción de las Pirámides de Egipto o stonehenge. Pero no solo con la creación de este maravilloso lugar quiso Edward demostrar su amor (que no es poco), ya que en cada rincón del lugar se puede ver el 16 en honor a su amada, puesto que este número se repite en el número de escalones que hay dentro del Castillo y en varias medidas de las piedras. No solo su vida fue una locura, su muerte también fue rara, se fue con su bici hasta un hospital de Miami donde murió. En fin, se fue de este mundo sin darnos su secreto. Ahora bien, ¿cual será ese secreto que han conocido casi todas las culturas que nosotros no sabemos para poder hacer esas construcciones? ¿Lo volveremos a saber? Yo creo, que la respuesta al gran secreto, nos la quisieron dejar nuestros antepasados... Bueno, vale, mira que le puedes poner al hombre este que sabía de matemáticas, arquitectura, física, bellas artes, topografía, historia... Pero la informática para nada. Os dejo un documental de unos 9 minutos para que veáis las dimensiones de su locur... amor a la joven Agnes, con el deseo de que algún informático (que acabaremos todos tan locos como él) construya algo grande y que seamos recordados (sin denuncias de monopolio).

    4 comentarios:

    Anónimo dijo...

    He modificao el final que he visto que ni yo lo pillaba, cosa triste de verdad...

    A todo eso, acojona las dimensiones del castillo.

    descargar juegos dijo...

    Una historia más que sorprendente.

    Erik dijo...

    Aún no he entendido como jugaba a los castillos y movía las piedrecitas...Con un tractor decía??? ...

    Anónimo dijo...

    No, que despues se probó con maquinarias para hacer lo que el hizo sin maquinas... En fin, un misterio :S

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